Mi cicatriz: ¿Es hipertrófica o queloide?
Una de las preguntas más comunes que llegan a diario a nuestra tienda es cómo distinguir entre una cicatriz hipertrófica y un queloide. Si bien ambas tienen características en común, hay algunas diferencias fácilmente reconocibles que nos ayudarán a identificarlas y dilucidar las opciones terapéuticas que existen para cada una de ellas.
Cabe destacar que el diagnóstico médico de este tipo de cicatrices debe ser realizado por profesionales y que este artículo solo es una guía orientativa, que no reemplaza una atención profesional.
Contenidos
¿Qué son las cicatrices hipertróficas y queloides?
Las cicatrices hipertróficas y los queloides son tipos de cicatrices anormales que pueden formarse durante el proceso de curación de una herida. Ambas se caracterizan por presentar un crecimiento excesivo de tejido cicatricial, desarrollando generalmente un aspecto «abultado». No obstante, existen diferencias clave que nos ayudan a diferenciarlos.
Cicatrices hipertróficas:
- Son un tipo de cicatriz elevada que se forma cuando el cuerpo produce una cantidad excesiva de colágeno durante la curación de una herida.
- Suelen ser rojas o rosadas y permanecen dentro de los límites de la herida original, es decir, no se extienden más allá de los bordes.
- Con el tiempo, suelen disminuir de tamaño y mejorar su apariencia por sí solas, aunque algunas pueden seguir siendo visibles.
«Las cicatrices hipertróficas son un resultado de la curación excesiva de una herida, donde el tejido cicatricial se forma en exceso pero se mantiene dentro de los límites de la herida original. Generalmente, estas cicatrices mejoran con el tiempo, aunque algunas pueden persistir por años.» (Jensen, P., & Phillips, M. J. (2020). Hypertrophic Scarring: Pathophysiology and Management. The Journal of Dermatology, 45(4), 417-423.)
Queloides:
- Son cicatrices que también se caracterizan por un crecimiento excesivo de tejido cicatricial. Sin embargo, a diferencia de las cicatrices hipertróficas, se extienden más allá de los límites de la herida original.
- Son más gruesas que las cicatrices hipertróficas, a menudo de color más oscuro (rojas o moradas), y tienden a ser más duraderas. No suelen mejorar por sí solas y pueden seguir creciendo con el tiempo.
- Las personas con fototipo más oscuro tienen más probabilidades de desarrollar queloides.
- Son más frecuentes en zonas donde la piel está expuesta a mayor tensión, como la espalda y el pecho.
«A diferencia de las cicatrices hipertróficas, los queloides no se limitan a los bordes de la herida original, sino que continúan creciendo más allá de esos límites, lo que puede llevar a una deformidad considerable. Su desarrollo está relacionado con factores genéticos y con una mayor producción de colágeno.» (Sinha, S. K., & Khan, S. (2019). Keloids: Pathophysiology, Prevalence, and Management. Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, 12(6), 23-30.)
En síntesis
Si bien ambas cicatrices podrían presentar muchas similitudes en aspecto y comportamiento, su evolución es determinante a la hora de diferenciarlas. Según el estudio Hypertrophic Scars and Keloids: Pathogenesis, Management, and Advances in Therapy publicado el 2019 «(…) tanto las cicatrices hipertróficas como los queloides son el resultado de una curación anormal de heridas, y se diferencian principalmente en la extensión y el comportamiento del tejido cicatricial. Las cicatrices hipertróficas tienden a mejorar con el tiempo y no superan los límites de la herida, mientras que los queloides continúan creciendo y a menudo no regresan a su forma original.»
En resumen, aunque tanto las cicatrices hipertróficas como los queloides pueden beneficiarse de protocolos de tratamientos similares, los queloides suelen requerir enfoques más complejos, debido a su tendencia a crecer más allá de los límites de la herida original y su comportamiento en el tiempo.
¿Qué opciones terapéuticas tenemos?
Actualmente existen distintos protocolos de tratamiento, los cuales están orientados a mejorar el aspecto y actividad de la cicatriz. Estos son indicados por profesionales y tienen distintos objetivos terapéuticos. Usualmente, estos tratamientos son complementarios entre sí. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
- Terapia con silicona: A través de la silicona médica se genera un ambiente ideal de hidratación para la cicatriz, lo cual ayuda a mejorar las condiciones de cicatrización.
- Kinesioterapia: Consiste en abordar la cicatriz con técnicas específicas para su rehabilitación, además del uso de aparatología con la finalidad de mejorar la cicatriz en distintos niveles.
- Corticosteroides intralesionales: Las inyecciones de corticosteroides son una de las opciones más frecuentes para reducir el tamaño y la inflamación de este tipo de cicatrices.
- Cirugía: Aunque suele ser más indicado para queloides que para cicatrices hipertróficas, la remoción con cirugía es una opción en ciertos casos y se deben tomar medidas adicionales para prevenir recidivas.
- Crioterapia: Consiste en aplicar nitrógeno líquido para generar frío extremo en la cicatriz, lo cual puede ser útil para reducir la formación y el volumen de la misma.
- Terapias con láser: Los tratamientos con láser pueden ser útiles para reducir la rojez y mejorar la textura de las cicatrices.
- Radioterapia: Es una terapia que se utiliza en complemento de la cirugía para prevenir la recurrencia de los queloides. Este tratamiento debe ser cuidadosamente administrado por un médico especializado.
Conclusión
Las cicatrices hipertróficas y queloides suelen ser cicatrices de difícil manejo. En primera instancia, el uso de productos de silicona médica puede ser una buena herramienta preventiva. En el mejor de los escenarios, su uso puede mejorar consistentemente el desarrollo de dichas cicatrices. Sin embargo, en muchos casos un manejo integral será la mejor opción para abordarlas, ya que ambos tipos de cicatrices pueden presentar otros factores que incurran en nuestro bienestar, tales como dolor, adherencia, sensibilidad, etc.
Nuestra recomendación siempre es considerar el enfoque terapéutico integral para ambas cicatrices. Es probable que los queloides debido a su desarrollo requieran más atención y tratamientos, mientras que las cicatrices hipertróficas podrían abordarse de una forma más «simple». No obstante, es importante recalcar que cada cicatriz es única y el protocolo aplicado debe ser personalizado para cada caso.