Revisión caso clínico: Manejo integral de cicatriz queloide en base a su grado de activación (2023)

Revisión caso clínico: Manejo integral de cicatriz queloide en base a su grado de activación (2023)

¡Hola! Bienvenid@s a una nueva entrada de este blog. En esta ocasión, por primera vez, haremos una breve revisión a un caso clínico que fue publicado el año 2023 a través de la Revista médica Clínica Las Condes. Para leer el artículo completo, ¡haz click aquí!

Este estudio clínico analiza un caso de un paciente que tenía queloides en espalda, cuello y hombros. Fue sometido en primera instancia a 3 sesiones de infiltración, además del uso de centella asiática vía oral. Posteriormente, se realizó la extirpación quirúrgica con tratamientos complementarios posteriores a la cirugía.

A continuación expondré con detención los antecedentes, tratamientos que se aplicaron y sugerencias del equipo médico, con la finalidad de compartir las técnicas que se están llevando a cabo de manera local sobre el manejo de queloides.

¡Comencemos!

Antecedentes y tratamiento

«Paciente masculino de 24 años de edad, fototipo VI, sin antecedentes mórbidos. Consulta por lesiones cicatriciales pruriginosas y dolorosas de 2 años de evolución, de crecimiento progresivo en región cervical y espalda. Las cicatrices se generaron luego de sufrir 3 cortes con arma blanca»

En este caso, nos gustaría destacar que las lesiones contaban sólo con 2 años de evolución, pero tenían un gran crecimiento. Si bien no se presentaron fotos de cómo lucían las lesiones en un comienzo, se puede deducir que no contaban con la forma que se presenta en la Figura 1.

«Al examen físico, se observan 3 masas tumorales pediculadas color marrón oscuro en cara anterior de región cervical (4 x 2 cm), región escapular izquierda (3,5 x 4 cm) y tercio medio de línea interescapular (4 x 5 cm) (Figura 1)»

«Ante diagnóstico de múltiples cicatrices queloides de gran tamaño, se decide tratar con 3 sesiones distanciadas por 1 mes de acetónido de triamcinolona intralesional 40 mg/ml (Kenalog), asociado a 3 meses de centella asiática oral en dosis creciente mensual (60 mg – 120 mg – 180 mg)»

La Triamcinolona es el medicamento más recomendado actualmente para la gestión y prevención de queloides de manera intralesional. Si bien no es el único medicamento que se aplica, su efecto en queloides ha sido ampliamente estudiado y sigue siendo uno de los más recomendados para este tipo de tratamientos. Si eres de Chile y te recetaron este producto, te recomiendo leer nuestro post «Cómo conseguir Triamcinolona en Chile». Actualmente es difícil encontrarlo en nuestro país, pero siguen existiendo algunas opciones para adquirirlo.

«Tras inactivación de los queloides evidenciado por disminución del tamaño de las lesiones tumorales y ausencia de síntomas, se decide extirpación quirúrgica tangencial de las lesiones en la espalda y excisional en la región cervical. Tres semanas posteriores al procedimiento, se realiza nueva sesión de corticoide intralesional con acetónido triamcinolona 40 mg/ml, asociado a laserterapia con CO2 fraccionado (Edge One) con los siguientes parámetros: Spot 120 μm, Potencia 30 Watts, Energía 20 milijoule, Densidad: 196 puntos por cm2 . En la misma sesión se realizó drug delivery con acetónido triamcinolona 40 mg/ml. Posteriormente el paciente continuó utilizando parches de silicona. A 6 meses del procedimiento, el paciente se ha mantenido con lesiones
inactivas, planas, sin recurrencias y asintomáticas (Figura 2)»

En síntesis, el tratamiento fue llevado a cabo de la siguiente manera:

  • Se comenzó con 3 sesiones de infiltración de Kenalog 40, con 1 mes de distancia entre cada una. Además, se recetó Centella asiática vía oral en dosis crecientes durante 3 meses.

Una vez la cicatriz no evidenció síntomas y su tamaño se redujo:

  • Se continuó con la extirpación quirúrgica de las lesiones.
  • 3 semanas más tarde se realizó una sesión de infiltración con Kenalog 40 junto a laserterapia con Láser CO2.
  • Posterior a esto, el paciente continuó utilizando parches de silicona.

El resultado es bastante positivo y no se evidenció recurrencia (al menos durante los 6 meses después del tratamiento).

Discusión y conclusión

Uno de los ejes centrales del artículo fue el grado de activación del queloide y su relación con el tratamiento a elegir. En cuanto a los tratamientos, se menciona que «el manejo de los queloides es difícil, existiendo múltiples alternativas terapéuticas, entre las cuales se encuentran modalidades quirúrgicas y médicas. En base a lo anterior, se sugiere utilizar un tratamiento combinado«.

Esto es algo que ya hemos hablado en más de alguna ocasión y en lo que hemos sido enfáticos: el tratamiento integral de queloides es muy relevante. Actualmente no existe una «técnica única» para tratar queloides, por lo que el diagnóstico correcto es vital para reconocer qué es lo más adecuado en cada caso. Bajo esta misma línea, en el artículo se menciona:

«En nuestra experiencia sugerimos utilizar inicialmente modalidades que inactiven el queloide, tales como parches de silicona, presoterapia y corticoides intralesionales.

  • Los parches de silicona modifican la temperatura y oxigenación de la lesión, produciendo una disminución de la evaporación de agua en la cicatriz, aumentando la hidratación y favoreciendo la maduración del queloide.
  • La presoterapia ocluye parcialmente el flujo sanguíneo que irriga al queloide.
  • Los corticoides intralesionales inhiben la transcripción de la enzima óxido nítrico sintetasa, lo que inhibe la síntesis de colágeno por parte de los fibroblastos, lo que genera inactivación del queloide.»

¿Cómo podemos reconocer un queloide inactivo? Este debe presentar una disminución de síntomas asociados (prurito y dolor), disminución del tamaño de la cicatriz y disminución de su vascularización. Una vez la lesión se encuentre inactiva, en el estudio mencionan que «se sugiere utilizar otras modalidades terapéuticas tales como la cirugía, radioterapia y el láser, para disminuir el riesgo de reactivación:

  • La cirugía se utiliza para disminuir la cantidad de masa cicatricial aberrante, y como monoterapia, la tasa de recurrencia varía entre 45-100%.
  • La radiación se utiliza de manera post excisional.
  • El láser CO2 reduce el porcentaje de colágeno en el queloide, y aumentaría significativamente las metaloproteinasas responsables de degradar tejido conectivo.»

Asimismo, en el artículo se menciona que «numerosos estudios han demostrado que el manejo combinado es más efectivo que la monoterapia», concluyendo también que «la terapia multimodal era la que poseía el mejor potencial terapéutico». Esto es un punto común en los estudios sobre el manejo de queloides y sobre todo con la experiencia de quienes tenemos este tipo de cicatrices. En palabras resumidas: la monoterapia, en general, es la opción menos efectiva si se quieren tratar queloides.

Por último, cabe destacar que la revisión de este artículo no reemplaza la opinión ni un diagnóstico profesional. Su finalidad fue compartir información de interés a quienes sean parte de esta comunidad y estén en la búsqueda de un tratamiento y/o deseen conocer más sobre el tema.

Recuerda que este tipo de tratamientos se deben llevar a cabo por profesionales acreditados.

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